“BaoLuo 保罗, BaoLuo 保罗”, me pareció escuchar mi nombre Chino1 que provenía desde un triciclo estilo Piaggio que se aproximaba. Me paré para mirar qué pasaba. “Eres BaoLuo 保罗, ¿no?. Tengo el paquete para ti.”, dijo.
Minutos antes había recibido una llamada de un cartero preguntando si estaba en casa para entregarme un paquete. Acababa de salir, así que le dije que podía dejarlo fuera sin problema.
“Como soy extranjero soy fácil de localizar, ¡eh!”, le respondí cuando conecté lo que estaba pasando después del momento de sorpresa inicial. “¡Muchas gracias!”.
Justo la noche anterior planeaba salir el día siguiente a leer al parque porque hacía muy buen tiempo. Aún así, notaba algo de resistencia. A pesar de ser un día perfecto y no tener otros planes, me daba bastante pereza. De hecho, pensaba que he ido pocas veces a hacer actividades así al aire libre comparado con otros lugares en los que he vivido. Pensando dónde podría ir me di cuenta que los sitios que estaba buscando en el mapa no eran los más bonitos sino que tenían el común denominador que probablemente estarían poco concurridos.
Ahí es cuando me di cuenta que me daba bastante más pereza de lo habitual porque era muy probable que alguien me saludara. Era probable que un grupo de niños gritara con entusiasmo un “Hello”, que un grupo de jóvenes me observara y señalara desde la distancia o bien dijeran “extranjero (laowai 老外, waiguoren 外国人)” al pasar por mi lado. Soy como un famoso pero sin dinero, pensé. No disfrutaría al máximo de la actividad por mucho que fuera el día perfecto.
Si salgo a la calle es probable que alguien interactúe conmigo, algunas veces de un modo incluso algo intrusivo. Así que a a veces, si tengo la opción, prefiero hacer la misma actividad en casa que en la calle. Pero mi casa no es una mansión con 37 hectáreas de jardín, 7 baños y 2 piscinas. Es pequeña y en invierno hace frío. Así que, pensaba, tengo solo la parte negativa de las celebrities. En general, ser famoso va relacionado con tener una capacidad económica significativa o, quizá, es a través de ello que generas ingresos. En mi caso nada de eso. Es extraño ser constantemente el centro de atención.
Pensaba en la incomodidad que, por ejemplo, debe sentir un inmigrante cuando llega a España y se siente observado y juzgado (porque, sí, te sientes observado). Lo pensaba sobretodo porque realmente yo tengo suerte. A pesar que sea un famoso sin dinero soy célebre desde una situación privilegiada. Todo el mundo me trata muy bien, de hecho quizá a veces mejor que cualquier persona local. Solo por el hecho de ser occidental, blanco y con pelo y ojos claros. Lo que hace que a veces sea incómodo también genera situaciones divertidas e interesantes, más aún cuando ven que puedes hablar Chino. Durante el viaje a Yunnan tuve dos de ellas.
Durante un baile popular en la plaza de Shangri-La, hice contacto visual con un señor mayor. Supe al instante que era un error y sentí terror. Me sonrió y vino hacia nosotros. Nos estuvo hablando un buen rato pero no nos enteramos demasiado, hablaba con un acento muy fuerte y a veces, supusimos, mezclaba el dialecto local. Aún así sentimos su calidez al intentar comunicarse conmigo. Cuando se fue, nos reímos mucho y mi amiga me prohibió hacer contacto visual con personas mayores (muchas no hablan Mandarín estándar). A veces, en cambio, el terror lo infundo a los demás.
Fue mi día de suerte porque encontré una tienda donde vendían Anacardos tostados a granel, así que no podía pasar la oportunidad de comprar unos cuantos. Mientras andaba esquivando a otros transeúntes hacia la tienda vi que la propietaria me observaba atentamente, un poco tensa. “¿A cuánto van los anacardos?”, pregunté. La mujer se echó a reír y dijo y que pensaba que yo no hablaba Chino y estaba nerviosa porque no sabía si nos entenderíamos. De repente, estaba muy contenta. Días después siempre me saludaba efusivamente cuando me veía pasar. A veces, el hecho de ser extranjero puede crear una especie de terror inicial en los demás aunque luego al hablar Chino se rompe la tensión. De nuevo, la gente suele ser muy amable.
El día que fui a leer lo hice relativamente tranquilo. Escogí bien, había poca gente. Eso sí, cuando andaba en la orilla del río me crucé con un grupo de niños de unos 5-7 años que, al pasar, únicamente me miraron con curiosidad. “Está bien, no siempre me hablan”, pensé. 5 segundos después, al haberme ya superado y supongo que haber confirmado entre ellos que yo no era una alucinación, todos al unísono me gritaron “Hello!” moviendo todos la mano en el aire esperando mi respuesta.
¡Hasta la próxima!
BaoLuo
Todos los nombre propios extranjero en China siempre lo pasan a caracteres Chinos. Esto ayuda a que la gente lo sepa pronunciar y creo también ayuda a que lo recuerden. A veces, es muy divertido (y complicado) hablar con la gente cuando se refieren a una persona famosa extranjera. Un niño una vez me preguntó si me gustaba “罗纳尔多 Luónà'ěrduō” y yo no entendía a quién se refería. Después de un rato me di cuenta que era Ronaldo, cuando mencionó “fútbol”.
No es obligatorio pero es recomendable ponerse un nombre con caracteres Chinos si vives en China. A mí me lo exigieron para las clases. Yo escogí el más sencillo y aburrido de todos, la transliteración de “Paul”. Hay gente más creativa cuando elige el nombre, pero yo fui a por lo fácil.