Siguiendo la estela de la primera parte sobre los QR, si bien éstos dominan a nivel de compras en comercios y pequeños negocios, también están presentes a nivel social y se puede usar para desbloquear todo tipo de servicios en el ámbito físico. El uso del QR hace la vida muy práctica ya que solo necesitas de el teléfono móvil para moverte en tu día a día. Te puedes despedir de efectivo y tarjetas. No es necesario llevar cartera porque cualquier acción la podremos completar desde el móvil. Esto implica que el móvil es central en la sociedad. En este contexto, quedarse sin batería se convierte en el mayor de los miedos. Esto se podría traducir en ventas millonarias de baterías portátiles, aunque supongo que no nos sorprenderá saber que esto se ha solucionado de otro modo. En caso de emergencia puedes alquilar power banks a través del QR.
El servicio de alquiler es muy sencillo y se cobra según los minutos que la uses. Al ser un problema tan central, muchos negocios tienen una especie de torre o cubo que contiene una hilera de baterías portátiles, instaladas por distintas empresas que proveen este servicio. Para usarlo simplemente debes escanear un QR impreso en el cubo, con Alipay o WeChat. La mejor parte es que puedes retornarla en cualquier cubo siempre que sea de la misma compañía, por lo que te la puedes llevar contigo. De hecho, este mismo sistema de alquiler por QR lo podemos encontrar con otro tipo de productos, como por ejemplo las ya clásicas bicicletas pero también paraguas, algo sobre lo que escribí hace un tiempo: Normalmente se encuentran en estaciones de metro y te pueden salvar de acabar empapado.
El uso de los QR de modo social es interesante y de nuevo a través las dos aplicaciones que he mencionado. Los casos de uso más comunes se dan en los momentos de ocio con los amigos. Cuando quieres acceder a grupos de WeChat (uso similar a Whatsapp) para hacer algún plan, es probable que te compartan un QR que debes escanear. Si conocemos a alguien nuevo y queremos seguir en contacto, debemos preguntar si “te escaneo o me escaneas” el QR de WeChat. Después de una cena en un restaurante, es muy probable que una persona pague y después te enseñe su pantalla con un QR: Es para que le pagues tu parte proporcional. Si no te lo enseña, no significa que te hayas escaqueado de pagar: La mañana siguiente encontrarás una imagen de un QR en el grupo de WeChat donde te uniste y desde la misma aplicación podrás saldar tus deudas sin necesidad de usar la cámara para escanear el QR.
¡Hasta la próxima!
Pablo
Códigos QR, parte 1: ¿Te escaneo o me escaneas?