Aproximación a la gastronomía China
Sobre hábitos alimentarios y exquisiteces que probé en Yunnan
La métrica que refleja mi grado de adaptación a la comida local es cuán a menudo quiero comer una hamburguesa. No solo es el sabor lo que determina cuándo me apetece, sino que el esfuerzo que me puede suponer encontrar un lugar bueno y barato para comer también juega un papel importante. Creo que voy por buen camino. Son casi 6 los meses que han pasado desde que llegué a China y empiezo a entender las diferentes características de las comidas que ofrece este país. De hecho, he puesto ”local” en cursiva porque realmente sería una mentira pensar que China, por ser un único país, tiene uniformidad de comidas. China es muy extensa y la gastronomía es muy variada. Pero, ¿tan grande es China?

A pesar de las dimensiones, sí que hay unas líneas generales que se mantienen a lo largo del país. Una bastante notable es que, aquí (y en otros países de Asia) se suelen consumir más alimentos con texturas “duras y gomosas” que en occidente, donde todo es tiende a ser más crujiente. En occidente la textura dura y gomosa se suele considerar de baja calidad y eso hace que a veces cueste un poco acostumbrarse; en este artículo lo ilustran bien. Seguramente hay otras características que todavía no conozco. De hecho, además de explorar más restaurantes también quiero leerme un libro titulado Invitation to a Banquet: The Story of Chinese Food. Otra característica muy visible es el hecho de comer con palillos. Esto afecta a cómo se sirve la comida en la mesa: Porciones pequeñas ya cortadas, seguro nos resulta familiar.

Acostumbrarse a la comida significa acostumbrarse a todo lo que rodea las costumbres alimentarias. Creo que aquí fallo bastante y que se debe principalmente a tres factores: El uso de los palillos, los horarios y compartir comida. Sobre los palillos, éstos ya no suponen un reto para mí (puedo cazar una mosca con ellos), aunque sí como mucho más lento y menos cantidad que si usara un tenedor para engullir. La gente se cansa de esperarme. Por otro lado están los horarios: En la universidad debo comer entre 11:30-13:00 y cenar sobre las 17:00-18:30. Puedo cenar más tarde en casa o en restaurantes (siempre hay oferta hasta entrada la noche) pero entonces se me mezclan rutinas. Finalmente, sobre compartir, el concepto es similar a las tapas en España aunque con platos principales. En esas situaciones contengo mis instintos depredadores y dejo porciones para los demás, por lo que como menos de lo que debería y es difícil que me sacie. Siempre puedo arrasar con las sobras frías, pero no es lo mismo.

Dejando de lado mi lucha con el puzzle gastronómico, estoy disfrutando mucho de la comida y de las diferentes opciones que ofrece la cocina de las diferentes regiones. Durante el viaje a Yunnan he podido probar tipos platos que estaban fuera de mi radar y he disfrutado mucho. Algunos ejemplos son comidas muy distantes a lo que conocía yo en Hangzhou. Una parte interesante son los platos de las minorías étnicas de Yunnan, algunos muy diferentes de lo que tenemos en mente por gastronomía China y más parecida a platos que nos podríamos encontrar en el Sureste Asiático.

¡Hasta la próxima!
Pablo





🤤 qué hambre me ha entrado!